miércoles, 27 de octubre de 2021

Línea 5

 Una vez más, el camino de vuelta a casa en metro, línea verde, entre el murmullo casi inaudible de la gente, noctámbulos o aves nocturnas o de paso, algunos de pie y otros sentados, ojos abiertos y otros cerrados, se intercambian palabras en diferentes idiomas, lenguas y dialectos, sexos y sexualidades. Yo sigo de pie junto a la puerta, reclino la cabeza hacia atrás, como el ateo que implora a Dios ante la horca, y respiro. O resoplo. Nunca supe diferenciarlo. Mis ojos se funden en los halógenos del techo, dubitativos, preguntando ¿sientes eso porque estás vivo?

Y el silencio me responde con el sabor dulce de tus labios impregnados sobre los míos y el recuerdo de su tacto suave, de los pequeños mordiscos que sus dientes me propinaban y que conseguían excitarme sin meterme mano. Sé que se ha roto el reloj y se le han escapado las horas y en un pestañear han sonado las campanas de medianoche. Sé que tiene algo. Indescriptible. Indescifrable. Indómito. 

Un abismo en el que me pierdo cada vez que clavo mi mirada en sus ojos.




"Desnudémonos del todo y quitémonos hasta los miedos" (Arri).

martes, 19 de octubre de 2021

Suicidio

 Hoy me he levantado saltando dos veces sobre el pie izquierdo, después de haber dormido boca arriba. Desconozco si lo hice por el patente dolor de brazos o era mi subconsciente queriendo que, como decía Kutxi, pintara tus ojitos en el techo. El olor a café, a molienda previa a su extracción, me ha despejado, y mientras me fundía con el humo que salía de la taza, lo he visto totalmente claro.

Voy a hacer un butrón en tu vida y a entrar haciendo ruido. Disparando besos, lanzando granadas de poemas, plantando bombas de caricias, secuestrándote el corazón sin pedir rescate por él. Voy a cambiártelo, y en su lugar voy a depositar el mío. Sé que no te parecerá un gran cambio. Porque es pequeñito y negro, y está roído y lleno de cicatrices, pero increíblemente fuerte. Y lo mejor de todo, es que no tiene miedo ninguno al dolor ni a la muerte.

Por eso corre ahora sin frenos ni lastres, directo hacia el abismo, galopando la incertidumbre que dibujan cada una de tus curvas, hasta llegar a la más bonita, la de tu sonrisa, dispuesto a suicidarse en ella, sin preguntar si esto durará una noche o una vida.


"Sólo podrás de aspirar a todo cuando pierdas el miedo a quedarte sin nada" (Arri).


domingo, 17 de octubre de 2021

Mahou

Una vez más se han posado tus ojos en los míos y frente a frente nos hemos mirado, sin un ápice de vergüenza, sin un mínimo sentido de lo políticamente correcto, sin pestañear ni apartar la mirada más de dos segundos seguidos. 

Otra vez tú has vuelto a decir lo mismo. Que soy como los demás, que todos los hombres siempre actuamos igual, que sólo pensamos con la polla. Que soy un chulo y un prepotente, que sólo respondo a un estereotipo ya manido acorde con mi profesión. Que sólo soy un cuerpo bonito y una sonrisa gris, unas ojeras violetas y unos ojos que son capaces de mentir mirando a los tuyos. 

Y yo, he vuelto a descojonarme, dudando entre seguir bebiéndome la cerveza o mandarte muy educadamente a tomar por el culo. Después, he visto el pánico en tu rostro cuando te he dicho que debajo de armadura hay un corazón bonito de magma incandescente, libre de prejuicios y ataduras, dispuesto a latir y a morir por la causa adecuada. 


"Se han llenado mis horas de desvelos con los olores de todas aquellas que se atrevieron a pronunicar mi nombre" (Arri)

jueves, 14 de octubre de 2021

The beast & The Harlot

Ella coleccionaba los corazones de todos los incautos que se atrevieron a amarla tan sólo una noche. Él era un animal de carga que aguantaba el mundo a sus espaldas como Atlas, intentando llenar su vacío buscando la paz en un cuerpo de mujer. Ella se encaprichó de él para dos ratos. Él sabía que su naturaleza no se debía contravenir. Ella le prometió no haber sentido algo tan intenso, y él quería volver a romperse el alma contra su cuerpo. Pero llegó inexorable, un día de agosto vestido de otoño, a cincelar sobre su pecho la más amarga e inesperada despedida.

Y desde aquel momento, la bestia se tatuó el dolor en el costado, como un precioso abismo al que asomarse, como un suelo de cristales sobre el que se ha de caminar descalzo, como un vestigio del pasado. Un recuerdo de aquel que amó, quizás demasiado fuerte o quizás demasiado pronto.


"Soy todo lo que ves y lo que quieras descubrir..." (Arri).

miércoles, 6 de octubre de 2021

Juan Simón

 - No sé qué me pasa con él, tía, en serio. Es todo como demasiado bueno. Siempre sonríe, nunca tiene un mal gesto, le gusta escucharme hablar, es guapo, no sé, bueno, para mí lo es, me enciende en seguida, me gusta joder, me gusta mucho. Será un sociópata o algo así seguro. No puede ser que le guste cocinar, y el rock, y que escriba, además de ser deportista. Y joder, que está muy bueno. El otro día, después de echar un polvo estuvimos hablando hasta las cuatro de la mañana, y le pedí que me abrazara y lo hizo. Se pasó la noche haciéndome caricias y agarrándome la mano. No sé si tengo miedo. Pero sé que me engaña con algo. No sé con qué. Tiene que tener algún defecto. No sé cuál pero lo tiene. Si no, ¿por qué iba a estar soltero? No sé, me apetece mucho estar con él, he venido de dormir en su casa y no me lo saco de la cabeza. Al despertarnos me dice que estoy preciosa, ¡Yo! ¡Recién levantada! ¡Está loco! Es que lo veo y, joder tía, es que no quiero separarme de él, y sé que me va a acabar haciendo daño.
- ¿Y crees que eso es malo tía? Joder, piensa que, a lo mejor, has encontrado a alguien que encaja contigo. ¿Le hiciste tu pregunta?
- Sí, y respondió que sí. No sé, sé que con él estaría súper bien, y es que es un tío de diez...
- ¿Pero?
- Pero no puedo estar con una persona así, es demasiado perfecto, es demasiado rollo telenovela, y luego me llevaré una decepción cuando cambie, y no sé, no quiero a alguien así, o sea sí, pero no sé, no puedo y creo que es mejor que no lo vuelva a ver antes de que esto vaya a más, porque me vuelve loca. Voy a escribírselo por WhatsApp, que no quiero volver a verlo...

Y así, con un mensaje frío, se añade la cuarta línea a una colección interminable de fracasos, que se escriben, con sangre sobre mi piel.

"Y como en una mano llevaba la pala y en la otra el azadón,
la gente le preguntaba ¿a dónde vas Juan Simón?
Soy enterrador y vengo, de enterrar mi corazón" (Kutxi Romero)


"But I will not be the one who never got the chance to change your mind" (Broken View)

martes, 5 de octubre de 2021

La deriva

Cuando acabamos de follar nos quedamos mirándonos unos instantes, sentados frente a frente, en silencio, sin decir ni una palabra, con cara de bobos. Entrelazamos las manos para sentirnos más cerca. Desnudos. Sin prejuicios. Sin corazas. Con las cicatrices a plena vista. Llenos de valentía y a la vez totalmente indefensos. Besé su mano, sonriendo, antes de robarle otro beso más.

- ¿Sabes? -dijo ella llevando la vista hacia nuestras manos-. Es extraño. Nunca he estado con nadie así de primeras, tan a gusto, tan bien, tan conectados.
- ¿Y eso es malo? -pregunté.
- No, pero me asusta. Me asusta mucho.
- ¿Y si te digo que te quedes a dormir? ¿Te asustarías más?
- No. Lo que me asusta es que te voy a decir que sí, y esta noche te pediré que me abraces.

Sonreí plácidamente.

- Y yo lo voy a hacer, pero no te enamores de mí -dije con cara de tonto.

Me miró y sonrió, acariciándome la cara y me besó.

- Creo que hay veces que hay que dejarse llevar, y que ocurra lo que tenga que ocurrir -dijo antes de tumbarse y acurrucarse entre mis brazos.



"What's easy on the eyes
Weighs heavy on the heart"
(The broken view)


lunes, 4 de octubre de 2021

Femme Fatale

 - ¿Y tú? ¿Qué tienes que ofrecer? -preguntó desde detrás de sus gafas. 

La miré detenidamente, como el que explora un mapa del tesoro. Me encogí de hombros y respiré hondo. 

- El mal despertar del lunes, la apatía de los domingos, el ver llover desde detrás de la ventana acurrucados en el sofá, bailar en pijama saltando por la casa, una cena en un restaurante con estrella Michelín, un botellín en un bar cutre, de los de barra de aluminio y aceituna zapatera, de esos que están terriblemente fríos. Un refugio para los días de mierda, cogerte de la mano y salir corriendo sin dirección, un momento locura y un instante de seguridad, ser la cuerda y la cometa, la espada y el escudo, la parte más seria de tu sonrisa. Sacarte una sonrisa cuando te descuides, un apoyo y una polla dura mientras follamos en la ducha. La ternura de un beso en la boca entre polvos, un abrazo en la noche mientras respiro en tu pelo y mis dedos te hacen cosquillas por el costado. Pétalos de rosa y las luces tenues de velas por el suelo, una sonrisa pícara, un azote en el culo, levantarte en volandas y empotrarte contra la pared, mirarte a los ojos y decirte, que no sé cómo has logrado tocarme el alma si todavía no nos conocemos. Y quizás, lo más importante, un corazón de acero forjado que has conseguido que vuelva a latir, incandescente, bajo mi pecho. 

Me miró con expresión de incredulidad, con la cabeza apoyada sobre la mano.

- ¿Y te consideras buena persona? -preguntó titubeante.
- Sí - respondí. 
- Entonces el único problema que tenemos es que lleguemos a enamorarnos. 

Y en ese momento me di cuenta de que, aunque no quería, iba a caer de nuevo.