martes, 31 de mayo de 2016

Portarretratos

Unos versos disimulados del Kutxi al pie de una foto en blanco y negro, de corte triste y rasgado, como la voz del carretero. La mirada firme mirando al infinito, los ojos intentando vislumbrar un futuro incierto a través de la niebla del tiempo. Sobre el hombro una chupa de cuero, sobre el alma los cientos de cicatrices de las experiencias vividas.

La barba sin arreglar de más de veinte días, y la sonrisa amarilla de las tazas de café, las ojeras a medio rostro y los callos en las manos. Los pelos de la cabeza alborotados y sin peinar, los labios secos, casi agrietados por el sol, la tez morena, tiesa, como la piel de los lagartos empalados en los alambres de espino.

Mira y dime si serías capaz de amarlo.


"En el peor de mis días serías la mejor de mis sonrisas" (Arri). 


domingo, 29 de mayo de 2016

Ifach

Hasta la orilla de tu mar han llegado nadando varios bancos de mis horas muertas, y han quedado varadas a la altura de tus caderas. Tú miraste desde arriba, te relamías los labios contemplando cómo éstas se desangraban en minutos y segundos, juraría que hasta te excitaba.

Hasta la orilla de tu mar han llegado volando cientos de besos con forma de gaviota, y se han quedado flotando en las olas de tus labios. Tú te quedaste en silencio observándolos.

Han llegado hasta la orilla de tu mar manadas de caricias que saltaban entre las aguas como delfines, haciendo cabriolas y salvando a las miradas que naufragaban en la profundidad de tus ojos.


"Y yo me quedé en la arena, observando inmensidad del mar..."


martes, 24 de mayo de 2016

Jabalí

Despertar abrazado, cuando los primeros rayos de luz empiezan a entrar por la ventana, dos minutos y medio antes de que suene el despertador, con las sábanas a media cintura, porque es más barato vestirse con otro cuerpo para quitarse el frío.

Y ese instante en el que el corazón se para anestesiado, sin saber si quedarse agarrando aún más fuerte o salir de allí saltando por el balcón, pero consciente de que tiene que decidir. Consciente de que un error que se repite, no es tal, sino una forma de ser.

Y sonó el despertador, y se giró buscando mi cuerpo, y sólo encontró los ronquidos de un jabalí, y el pelo duro, y el mal aliento, y aún así, me besó.


"La condena de la libertad, o la libertad de ser esclavo de los deseos" - (Arri)


viernes, 20 de mayo de 2016

De valiente

Parafraseando al Kutxi* diría que el miedo a perderte me halló al encontrarte.

Lo diría. Y mentiría otra vez más. Como cada vez que me miro al espejo y me grito que soy guapo y fuerte.

Mentiría si lo dijese porque no tengo ese miedo en absoluto. Con el paso de los años las situaciones me enseñaron a combatirlos desde su origen. A no dejar ninguna palabra en el tintero, ni cuerda vocal atada, ninguna frase en la boca, ni besos en los labios.

Ahora no, no tengo miedo. Podría decir que me visto de valiente de rato en rato y lucho contra el villano, ése que te aprieta la garganta, el que te nubla la vista y aplasta el pecho, el enemigo invisible que habita en tu cabeza.

Al final me di cuenta de la verdad más absoluta. El que quiere quedarse a tu lado conseguirá vencer todo aquello que se interpone. No servirán excusas banas, ni kilómetros de distancia, ni los rescoldos de amores pasados, ni los pedazos de corazones rotos. Simplemente, conseguirá estar ahí.


"Cuando decidas afrontar tus miedos cada noche... Llámame para abrazarte" - (Arri). 



*Kutxi Romero - Otro amor (León manso come mierda)

miércoles, 18 de mayo de 2016

De cartón

Me aterra. Lo admito.

Me veo repitiendo de nuevo los mismos errores del pasado. Actuando exactamente de la misma manera que hace algunas lunas. Quizás distintas palabras y algo más de trasfondo, pero en esencia, igual.

Le grito a la pared y me reviento los nudillos contra ella. A veces, hasta le doy cabezazos. No entiendo el porqué. No quiero volver a ese punto de partida, a ese kilómetro cero, no quiero ser de nuevo el prisionero de un indomable corazón de acero...

"Y es que tengo la cabeza de cartón de tanto mojar, las heridas en alcohol"

(Apalanke - Mi dios)


lunes, 16 de mayo de 2016

Helado

Cuando te vas haciendo viejo (o mayor) te vas dando cuenta de lo fácil que era la vida cuando eras un crío porque te percatas de lo duro que puede ser llegar a tomar a una decisión, y afrontar las consecuencias que se derivan de las mismas.

Lo bonito que es equivocarse y lo que duele aprender a base de golpes.

Y también aprendes que cada golpe deja una cicatriz, y que cada cicatriz se puede leer, y que de esa lectura puedes sacar una enseñanza.

Lo irremediablemente adictivo que puede llegar a ser hacer lo contrario a lo que te dicta la razón y lo doloroso que es admitir ese error.


"Me di cuenta que ya no era un niño cuando tuve que elegir el sabor de mi batido de helado..." (Arri). 


jueves, 12 de mayo de 2016

Descuidos

Me pasa con frecuencia.

La inspiración viene y me susurra al oído qué escribir, pero yo tengo los tapones puestos mientras estudio, y la oigo de refilón. Me quedo pensando en ello, y creo que después me acordaré pero me equivocaba. 

"Iba a escribir algo bonito, pero se me olvidó al verte sonreír" (Arri)




martes, 10 de mayo de 2016

Instintos

Un gesto tan inocente como estar en el metro y agarrarte el culo con las dos manos, y acercarme despacio por detrás para decirte al oído: "Tengo unas ganas locas de follarte", provocará en ti un tremendo escalofrío que recorrerá tu espalda entera y hará que se erice todos y cada uno de los poros de tu piel.

Esas palabras que hacen que el corazón se desboque, que las manos y piernas tiemblen, y que empieces a sudar. Todavía quedarán tres paradas hasta casa, pero desearás que mis manos recorran tu cuerpo, aunque sea por encima de la ropa.

Después me mirarás a los ojos y serás capaz de leer todas y cada una de mis fantasías y perversiones, y me besarás, intentando que yo traduzca las tuyas. Y volverás a besarme, por si no me quedaron claras, en el ascensor, justo antes de subir a tu casa, donde te empotraré dentro y se desatarán nuestros instintos más primitivos.


"El defecto de éste romántico pervertido fue querer cumplir sus fantasías únicamente contigo..." (Arri)


lunes, 9 de mayo de 2016

Trozos de papel

Nunca te has preguntado por qué no me viste llorar. Ni la razón de las ojeras que me llenaban media cara. Jamás te preguntaste porqué llenaba los vasos de tristezas y me los bebía de un trago. Tampoco porqué escribía todos mis errores en aquellos trozos de papel arrancados.

Me viste sonreír en la peor de las situaciones. Apretar los dientes y luchar cuando menos fuerzas tenía. Y aguantar estoico el dolor, viéndolo cicatrizar poco a poco, con el tiempo, porque hay heridas que no curan ni besos ni polvos, sólo el tiempo.

Pero no te preguntaste cuánto me pesa el alma. Ni el porqué de mis desvelos. Ni porqué suspiro cuando veo que te derrumbas. O por qué me quedo cuando todo el mundo escoge salir corriendo.

Creíste que salí de un cuento, cuando el cuento lo pinto yo para endulzar la realidad. Sólo yo sé el por qué de mis porqués... porque llevo veintiséis años de lucha sin tregua.


"Me cansé de arropar tus miedos y me fui de copas con ellos" (Arri)


miércoles, 4 de mayo de 2016

A veces

En cada noche hay un punto intermedio, entre la vigilia y el sueño, que aprovecho para imaginarme un futuro menos incierto, quizás muy lejano, o quizás no tanto.

Imagino que corremos desnudos por la playa y otras veces nos bañamos en pelotas en las charcas de la sierra. Imagino el sabor de los besos, la mitad de ellos salados y la mitad de ellos dulces. Imagino tu cuerpo y el mío abrazarse excitado, y cómo tus pezones tiesos acarician mi pecho. Imagino mi mano agarrándote el cuello mientras te beso, y la otra acariciando tus nalgas por debajo del agua.

Imagino tu rostro. Y tus labios gruesos, y tu mirada profunda, y tu sonrisa perfecta. Imagino tu cara de ángel que esconde un demonio detrás. A veces eres rubia, y otras morena, las menos veces pelirroja. En ocasiones tienes pecas, y otras piercings que atraviesan tu nariz, o tus labios, o uno de tus pezones. Y te miro a los ojos, ojos del color del mar, o de la madera, del campo en primavera o de la oscuridad del invierno.

Y a veces, hasta tengo el valor de ponerte nombre, y salir a buscarte...


"Siempre me imaginé leyendo este tipo de cosas a una niña de veinte años a la que le cuesta dormir por las noches..." (Arri).