sábado, 21 de noviembre de 2020

Pandemic

 Si supiera que mañana fuera a morir cambiaría muchas cosas. Viviría más intensamente, reiría más, perdonaría antes, me enfadaría menos, olvidaría en menos tiempo, escucharía otra vez aquella canción, me tomaría otra cerveza, eructaría en público y mandaría a tomar por culo a más de uno.

Pero esa percepción aún no la tengo. Sé que mañana amanecerá, que volveré a despertarme y el mundo seguirá girando, imperturbable a los ojos del profano. Aún no tengo la sensación de que la parca se aproxime con su capa negra y su mano blanca, a arrebatarme todo lo que tengo.

Quizás si fuera así, valoraría más las cosas, me centraría en lo importante. Los abrazos fuertes, el entrelazar las manos, los besos con vino, bailar y cantar con la música bien alta, un café humeante con un trozo de tarta o un chuletón con patatas fritas. 

Tal vez lo que nos haga falta es un susto para recordar. O que una pandemia mundial te toque de cerca.