lunes, 29 de febrero de 2016

El silencio de un árbol

Ese momento en el que una sonrisa es capaz de iluminar más que mil solsticios de verano, en el que una caricia es capaz de derretir la escarcha que la soledad dejó sobre la piel. Besos que funden la piel, que sellan el alma, que tatúan a fuego dos iniciales sobre la piel.

Al fin y al cabo, el Ayuntamiento cortará los candados de los cientos de amantes que se juraron amor eterno en este puente. Llegarán con sus cizallas y sus imanes, y romperán los amores y sacarán las llaves del fondo del río. Lo venderán para chatarra. Ese es el auténtico valor actual del amor. 

Encontrar lo fácil, abrir y cerrar, quedar y echar un polvo, o dos, o veinte, sacudirse los te quieros antes que cortarse los dedos tallando dos nombres en el tronco de un árbol. Jurar en balde. Prometer con la polla antes que con el corazón.  
  
"Después de que me fuera,
no encontré a nadie que me follara
tan sucia y tiernamente
como tú".

No esperes llantos, ni segundas partes, ni "te echo de menos", no. Interpreta eso como la más sincera y profunda declaración de amor que encontrarás jamás, porque eso significará que dejaste huella.



«Y los nombres tallados en mi tronco seguirán aquí, 
impasibles al paso del tiempo,
resistiendo mil verano, 
aguantando mil inviernos...»

domingo, 28 de febrero de 2016

En peligro de extinción

Buscaba a una de esas chicas raras y especiales.

Las que estaban más guapas saliendo con unos vaqueros y unas deportivas, sin maquillar, a tomar una cerveza que las que se emperifollaban para ir a comprar el pan.

Esas que te resultaban terriblemente sensuales cuando se ponían unos shorts y una camiseta ancha y vieja para meterse en la cama y leer cualquier novela antes de dormirse. De las que les sentaban mejor las gafas que las lentillas, y aún así decían sentirse horrendas.

Una de esas que lucían más la sonrisa y el sudor que el culo y las tetas cuando iban al gimnasio con mallas y top. Las que resultaban femeninas hasta eructando después de beberse una cocacola de un trago.

Las que sabían cómo partir cuellos al ponerse unos vaqueros rotos y unos botines con tacón. y cómo dejarte sin palabras con tan sólo una mirada. Fuerte, intensa, de esas que te queman el pecho por dentro y te anudan las cuerdas vocales.

De esas con clase para ponerse un vestido ajustado o una chaqueta de cuero con remaches, rockeras y románticas a la vez, las de los labios rojos y el botellín de Mahou en la mano. De las que son capaces de anteponer sus principios a sus deseos.

Aquellas que son capaces de robarte el alma con un beso, de follarte la mente con una caricia y una conversación, y de hacerte el amor tan fuerte que todos tus problemas se disipen.


Una de esas... de las que ya no quedan. Un animal en peligro de extinción.


Nervio

Algo se mueve bajo la piel, entre la carne y los huesos.

No sé muy bien que es. Es algo que despierta tu conciencia, que te hace temblar, que te crea incertidumbre y cierto malestar. Es como una premonición de que algo importante va a pasar pero sin contar con fundamento alguno. Sin saber que es, sin tener una pista fiable o un indicio.

Es como tener una pesadilla a cámara lenta. Quizás sea algo bueno. Recuerdo haber tenido esta sensación antes, en un entonces lejano y casi mágico, cuando me sentía invulnerable y tenía las ilusiones intactas, cuando vivía cada día como si fuera el último y no veía más allá de las siguientes cuarenta y ocho horas.   

Quizás sea el miedo que acompaña a la actriz antes de saltar al escenario o artista los dos minutos antes de destapar su obra maestra: un corazón reconstruido desde el polvo y los pedazos.



«La conciencia es el recuerdo del error...»


viernes, 26 de febrero de 2016

Trenes

Puede que la vida sean trenes que decides coger o dejar seguir, de los que decides saltar o permanecer en ellos, los que puedes ver llegar felizmente a su destino o descarrilar a más de trescientos kilómetros por hora.

Los hay de cercanías, de largo recorrido y algunos especiales, como el transiberiano. Los hay en los que puedes dormir y otros en los que sólo podrás permanecer unas horas. Otros sólo te servirán para hacer trasbordo entre estaciones.


Supongo que a las personas nos pasa lo mismo. La única diferencia es que siempre nos preguntaremos si el tren del que saltamos en marcha llegó a su destino o descarriló. 


Dos gotas

Llueve. Me quedo mirando abstraído cómo cae el chaparrón y cómo las gotas corretean por el cristal, persiguiéndose unas a otras, fundiéndose en una más grande, arrastrando a todo a su paso.

Es curioso cómo la unión de dos gotas puede dibujar una línea casi perfectamente recta en el cristal. En ese momento parece que nada les puede detener y arrasan con todo hasta que llegan al borde del alféizar y se suicidan.

Estos días los ves en casa, con el pijama puesto y bajo una manta, riéndote de la gente que corre despavorida bajo la lluvia como si fuera ácida. Hoy no es día de salir. No apetece. Hoy es el mejor día para pasar la tarde amorrado a tu cintura, para pasar mis ratos muertos anclado a tu cadera, para besarte y jugar sucio y lascivo, para agarrarte de la cabellera y morderte el cuello, para follar como locos y, después de habernos corrido, dibujar corazones en el vaho del cristal.


Como dos gotas de agua que se han encontrado y que llegarán hasta su mar. 

jueves, 25 de febrero de 2016

Cerveza

Una Alhambra bien fría, dos filetes de ternura con corazones fritos de guarnición...

Antes era más de vino, pero algo me cambió. Quizás fuera mi ansia por encontrar en algo la misma amargura que sentía por dentro y que me hacía vomitar bilis en forma de versos y prosa. Quizás por eso también empecé a escribir. Quizás por eso empecé a beber cerveza.

Recuerdo que era abril y recuerdo que hacía calor, también recuerdo recordar momentos e imágenes, y aquel preciso momento en el que dejé de ser el idiota de alguien, pero eso es otra historia.

Empecé con Estrella Levante o Cruzcampo, y los botellines de Mahou en casa, pero no sabían ni parecidos a los de la barra del bar. Quizás porque es allí donde empiezan las mejores historias. También probé la Yuste y la Gordons, menudas hostias daban en la sesera, con dos tercios ibas como un piojo. Y las clásicas, y las de nueva creación, y las regionales, la Gredos, la Ébora..., las cervezas de autor, esas que dicen ser diferentes pero siguen siendo igual que el resto. Y todas me gustaron.

Será por eso que comparo a las mujeres con las cervezas: tienen manos frías y corazón caliente, cuando no las conoces bien amargan, si las agarras de la tripa y del cuello mientras bebes de su boca, se calientan, y si no tienes cuidado te pueden acabar dando dolor de cabeza.


Será por eso que es cerveza, en femenino, será por eso que es ella. 

martes, 23 de febrero de 2016

Chin up

Él se tocó el mentón con la mano empujándola hacia arriba y mirándolos a todos dijo "cabeza alta". En ese momento el partido estaba resuelto, el Madrid ganaba 4-1 su décima copa de Europa contra el Atlético en Lisboa.

Lejos de hundirse, D. P. Simeone supo leer el esfuerzo de sus jugadores. Hemos perdido, pero hemos demostrado orgullo, hemos luchado hasta el último aliento y no lo hemos conseguido. No nos podemos reprochar nada. Hay que estar orgulloso de uno mismo.

Hoy han salido las notas del examen teórico de la Policía Nacional, y de 19500 aspirantes sólo han pasado 2600. No hay que ser muy listo para saber que más de uno ha llorado, o gritado, o se ha cagado en Dios, o ha dado un puñetazo a la pared. Algunos se han hundido pensando que no hay nada por lo que luchar.

Estimado opositor, cambia tu manera de pensar. Te has esforzado, has dado todo lo que tenías y has acabado sin conseguirlo. No te lo recrimines. Levanta tu cabeza, despéjate unos días, y vuelve con más fuerza. Alégrate por tus compañeros que pasaron. No tengas envidia. Dales la enhorabuena. Sonríe. La única felicidad verdadera es la que se comparte.

Mañana el sol volverá a salir y nada cambiará. Tendrás que volver a levantarte, a tomarte un café o dos y a coger tu tocho de apuntes de camino a la biblioteca. Replantea tu estrategia de estudio y mira qué puedes mejorar o en qué has podido fallar. No desistas.

Nadie dijo que fuera fácil, pero es que nada que realmente merezca la pena lo será.

Y mantén la cabeza alta, café en la mano y apuntes en la otra.

Es hora de empezar.

Ánimo.  


« Success is going from failure to failure without loss of enthusiasm (W. Churchill)»

lunes, 22 de febrero de 2016

Conciencia

El gran estallido que escuchaste anoche no fueron los platos al caerse y romperse...

... fue el ruido de tu conciencia llamando a tu casa a las tantas de la madrugada, despertándote y desvelándote la noche entera. ¡Qué puta es y qué razón tiene!

La libertad de decidir implica la obligación de afrontar las consecuencias, por muy horribles que parezcan o por muy maravillosas que sean. En la vida no puedes pedir tiempo muerto y replantear la estrategia. Vive, piensa, decide, actúa y asume. Siempre en ese orden. No tengas miedo de acertar ni de equivocarte, todo es parte del proceso.

Pero si te confundes rectifica, o al menos inténtalo, ningún problema se solucionó echándose las manos a la cabeza y llorando. No des nada por perdido, demuestra que la voluntad es la mayor fuerza motriz del mundo. 

Vive. Lucha. Ama. Grita. Salta. Lee. Y habla. Da dos pasos atrás para coger impulso...

Y atrévete. Los valientes del cementerio me lo susurraron al oído cuando fui a enterrar el corazón. 





«Por mucho tiempo que lleves caminando en la dirección incorrecta, nunca será demasiado tarde para dar la vuelta».

Que tengas suerte

Sólo quien mire a los ojos y vea el infierno que se desata en ellos cuando cae la noche. Sólo quien pase las yemas de los dedos por encima de cada una de las cicatrices y sepa leer la piel. Sólo quien respire el mismo aire y sea capaz de guardar tu olor en el rincón más íntimo de la memoria. Sólo quien sepa porqué saben a cerveza o a tequila los besos, o porqué a menta y hierbabuena. Sólo quien sepa dormir cuando el corazón monte un escándalo de doscientos veinticuatro mil setecientos tres decibelios. Sólo quien lea los gritos ahogados de una despedida. Sólo quien sepa apreciar la fuerza de un abrazo, el valor de un beso y la extraña sensación que tienen dos manos que se separan por un tiempo pero que querrían pasar la eternidad juntas.

Sólo quien entienda que siempre hace más el que quiere que el que puede, que la distancia es un pequeño bache, que nuestros trajes de carne una mera circunstancia y que la perfección es única para cada uno de nosotros.

Sólo será ella.

A la que no despediré con un beso en la frente y un "Que tengas suerte", sino con uno en la boca y un "Te veo en unas horas"

jueves, 18 de febrero de 2016

Secuestro exprés

Si son las cuatro de la mañana y miro el techo desconcertado, si me levanto envuelto en sudores después de haber tenido una pesadilla, si en mis horas de aburrimiento mi lápiz dibuja un garabato con tu cara en una hoja con cincuenta y siete operaciones, si un perfume es capaz de recordarme mis odios pasados, si una canción es capaz de hacerme llorar...

Entonces será cuando pida a gritos que amordacen a mi corazón en un secuestro exprés pidiendo cinco millones de sentimientos como rescate, y cuando la razón se negará a pagarlo. También será cuando más necesite algo extraordinariamente simple, cuando respondas con un "hola" y una sonrisa a mi "hola" con una sonrisa, y nos digamos los nombres, y empecemos a hablar de cualquier tontería.  
Un viaje de diez mil kilómetros empiezan con un solo paso y un solo segundo da comienzo al paseo de una vida entera. Siempre será mejor perseguir una ilusión que huir de tus propios fantasmas.  

Cobardía

Eludimos la perspectiva, imaginamos mundos paralelos, universos ficticios, futuros sin futuro, desayunamos miedo a cucharadas, pensando en qué cojones pasará en las siguientes 53 horas. Y el silencio responde: "Nada".

Sugestionados. Reactivos. Esperando algo que no sabes muy bien que es a lo que solemos poner un nombre extraño, "Felicidad". Algo que añoramos, que queremos, que anhelamos, algo por lo que venderíamos nuestras almas... Pero que no todo el mundo está dispuesto a conseguir.

Porque ser dueño de la felicidad exige eliminar la cobardía de tu vocabulario, dejar que tus acciones hablen más fuerte que tus palabras, luchar por lo que deseas, insistir, persistir y nunca desistir.
No importa cuánto hayas fallado, ni qué hayas hecho. Si realmente deseas algo no importará el miedo, ni la vergüenza, ni la distancia, ni el tiempo...

El tiempo, ese ogro que nos hace madurar, que nos arrodilla susurrándonos al oído todo lo que perdimos y que jamás recuperaremos. ¿Jamás? ¡Lucha por lo que deseas! ¡Nunca sabrás si era posible si no lo intentas!


... y siempre recordarás lo que perdiste, o lo que pudo ser, o te corroerán cada noche las dudas pensando: "¿Y si...?". 

martes, 16 de febrero de 2016

Tu refugio

Seré cobijo cuando la noche te hiele por fuera, cuando la lluvia empape tu piel, cuando el viento lacere tu cara y pretenda hacerte sangrar los labios, cuando te persigan las nubes grises y no consigas ver los rayos de sol.

Mi piel será tu abrigo, mi pecho, tu refugio, cada una de mis caricias te secará un centímetro de piel y mis besos serán la chispa que prenda la yesca de amores baldíos y pasados. Mi mirada será la luz que aleje tus fantasmas, tu pasado, tus cagadas, el "yo" más oscuro del que no quieres hablar y del que nada nadie conoce.

Pero hasta entonces tendrás que seguir buscándome...


Mientras tanto compraré versos y besos y corazones de usar y tirar, hasta que me encuentres o te encuentre, y nos sonriamos, sabiendo que después de tanto buscar, al final nos hemos encontrado.  

lunes, 15 de febrero de 2016

Brisa del norte

Recorre las calles de tu ciudad sin que te des cuenta, invisible, observándote silenciosa, sin que ni tan si quiera sospecharas que estaba ahí.

Te persigue sin darte tregua, te acosa, te besa la cara, juega con el vuelo de tu falda. Acaricia tu pelo y te lo alborota, poniéndotelo delante de la cara. Se cuela por cada uno de tus rincones, te atiere, hace que te tiemblen las piernas como en un orgasmo. Congela tu nariz, insensibiliza tus dedos, también los de los pies, agrieta tus labios y hace que tirites.

Ella se adhiere a tu piel como si de una maldición se tratase.

Hoy miraste hacia atrás y creíste oír mi voz gritando tu nombre, te temblaron las manos y te dio un vuelco el corazón y al girarte no viste nada, porque tan sólo era su eco gritando a través de una teja.


Ella es mi esencia y yo, soy ella. Ella es una brisa del norte. 

domingo, 14 de febrero de 2016

Egoísta

Es posible que ahora me veas sonreír sin motivo. Andar por la calle descojonándome yo solo, sin motivo aparente, y pensarás que estoy loco, pero no.

Últimamente estoy con diarrea bucal, se me caen las palabras y las sonrisas, contesto rápido y sonrío lento. No me hace falta un motivo, simplemente hago lo que me lo ha dicho una amiga.

He dejado de preocuparme por las cosas que sé que no puedo arreglar, de todo aquello que no depende exclusivamente de mí. Ni ayuda, ni opinión, ni consejo gratuito, simplemente asentiré con la cabeza y sonreiré.

A muchos les parecerá que soy un cerdo egoísta, y posiblemente sea así, pero en el momento en el que dejas de preocuparte de sacar del atolladero de mierda a los demás, empiezas a vivir. La libertad consiste en poder elegir, entre seguir con las heces hasta el cuello o luchar por salir.


Si eres de los segundos, puedes contar con mi ayuda, pero no me pidas que me hunda contigo, porque saldré corriendo. 

San Valentín

Hoy, que ya es de noche y han pasado las doce, y que oficialmente es el día 14 de febrero, es decir, el día de San Valentín, o de los enamorados, o el día que mi madre hace caja vendiendo rosas o el que se les pone dura a los dependientes del Corte Inglés, puedo decir, sin lugar a dudas, que es mejor estar solo.

Yo siempre fui más de amar en silencio, con gestos y detalles, con velas e incienso y pétalos de rosas, de comer(te) con chocolate y canela, de desayunar(te a) besos y sexo con legañas.

Y de subir pocas fotos al facebook, no cambiar el estado, ni proclamar a los cuatro vientos amor eterno, porque lo eterno sólo dura un momento. 

Es mejor amar en silencio, despacito y bien, que tirarse horas borrando resquicios y rescoldos y sacudiendo cenizas de algo que provocó una tormenta de fuego.


Feliz San Valentín, de un gilipollas a otro. 

sábado, 13 de febrero de 2016

Amanecer

Apagar el despertador, levantarme y bostezar. Rascarme el culo mientras voy a dar la luz de arriba y levantar las persianas. No he comido techo, si soñé o fue agradable o no me acuerdo.

Hoy hace sol y no hace casi viento y una temperatura agradable. Empieza a hacer calor y ya te sobra casi la sudadera. En mangas de camisa o camiseta se está bien.

Desayuno en mi taza favorita leche con colacao, esa en la que pone "Lo único imposible es lo que no intentas". Parece mentira, pero las María Oro no se parten ni vienen descuartizadas en el paquete. Tampoco el cepillo de dientes eléctrico está bajo de batería. Los megas del teléfono no se han gastado y eso que estamos en la última semana del mes.

Sigo sin ser rico, no he acertado ni un puto número de los euromillones, pero me da igual y sonrío. Tengo ganas de salir a la calle. Me visto, me pongo las gafas de sol y me voy a currar. No he pillado ni un semáforo en rojo y he encontrado sitio a la primera, justo en la puerta. Y así todo el día.

He firmado un pacto conmigo mismo: sonreír siempre, reír por todo y por nada, ver los problemas que surjan como un reto, no dejar de luchar, y cuando caiga, levantarme, sacudirme el polvo y seguir caminando como siempre.


Hoy va a ser un buen día, lo presiento, y por eso sonrío. 


Creo que muchas veces la cagamos centrándonos en todo lo que no tenemos, despreciando lo que tenemos y lo que somos, todo aquello que nos complemente y da un poquito más de sentido a nuestro existir. 

jueves, 11 de febrero de 2016

Sincericidio

Creo que la peor derrota que puede sufrir un hombre es la que se hace mirando a los ojos de quien ama, arrodillado, con una mano en el pecho y la otra extendida, y lleno de sinceridad, pronunciando las dos palabras más malditas del diccionario: 
"Te quiero". 

En espera

Le vi sentado en un banco, con los dos brazos sobre las rodillas, la cabeza hundida entre las manos y la mirada perdida en el suelo. Suspiraba profundo. Esperaba con desesperación.

Esperaba un huracán que le devolviera la sonrisa, un vendaval de emociones, el latir de nuevas ilusiones, el temblar de las manos a la hora de echar el primer polvo, la vergüenza que da robar el primer beso, la complicidad de entrelazar los dedos o de dar un cachete en el culo caminando, la alegría de volverse a ver, de correr hacia unos brazos abiertos y unos labios que piden guerra. El sudor del sexo matutino, desayunarse a besos, las caricias que erizan la piel, las miradas entre las jarras de cerveza vacías, el rubor de darse los besos en público con las ganas locas de pregonar que eran uno. Caminar bajo la lluvia amarrados por la cintura, reír como niños saltando charcos, leer cada uno de los recovecos de sus cuerpos. Sonreír porque sí. Caminar por el monte, mirar al pasado y descojonarse, levantar la vida a cuatro manos. Sujetarse cuando quieres saltar al vacío y la certeza de que, aunque caigas, siempre tendrás un arnés de seguridad.

Esperaba muchas cosas. Lo vi en sus ojos. Me senté a su lado un instante y le golpeé en el costado mientras le cantaba la frase de Iratxo:
- "Donde hay ganas, es que quedan resquicios de todo...". Aún te queda mucha espera.


Después me levanté y proseguí mi camino, sin darme cuenta que le estaba hablando a mi yo de hace tres años. 

Era amor

Yo también he dudado, y he llegado al punto de no saber qué cojones quería hacer por mi vida. También he lanzado una moneda al aire intentando decidir.

Y en ese preciso momento, cuando el "1" y la cara de Juancar giraban sobre su eje en el aire, he sido capaz de ver lo que más deseaba en ese momento.

Mi deseo eras tú.

Estar contigo, sorprenderte, mirarte a los ojos, hacerte sonreír y llorar a la vez, diciéndome lo idiota que era yo. Después cogerte a horcajadas y besarte. Fundirme contigo. Hacer el amor tan apasionadamente que se nos apagaran las estrellas del cielo. Porque no follábamos, éramos uno, tan dulce y tan obsceno a la vez, que sólo había una palabra para definirlo.


Aquello, sí era AMOR.  

Jagermaister

Aún resuenan los estallidos de las granadas en mi cabeza, las detonaciones de los disparos y el ruido metálico de los casquillos golpeando contra el suelo. El olor a pólvora y la tierra volando por los aires después de que algún obús explotara cerca. Y el sonido de las ametralladoras y los gritos desgarrados, y al general Reasoning mandándome avanzar recio y firme contra sus trincheras y el alambre de espino. Aún recuerdo cómo aquel metal destrozaba mis ropas y rasgaba mi piel, y cómo se incrustaban en cada uno de mis músculos haciéndome sangrar. Aún recuerdo cómo las balas atravesaban mi cuerpo, una a una, y cómo se nublaba mi vista. Cómo hinqué las rodillas en el suelo y mi peso cayó hacia atrás, quedándome sentado, esperando ejecución y cómo caí hacia el lado desplomado hasta perder el conocimiento.

Pero no sentía nada. Sería por el Jagermaister.

Hasta que desperté en aquella cama, envuelto en telas ensangrentadas y la enfermera me miraba, con dulzura inusitada para mí y me susurró al oído:
"La guerra  es un amor entre dos bandos, el corazón y la razón, que jamás se extinguirá".

Después me besó los labios y salió de la habitación.

La guerra del amor... O cómo nuestro cerebro grita "¡Para!" y nuestro corazón chilla "¡Avanza!". La apuesta más alta, jugar a una carta, perderlo todo o ganarlo, esto casi nunca cambia.


Una aventura en pos de una ilusión mientras los fantasmas de las acciones pasadas siguen tu rastro como una jauría de lobos hambrientos. Ser el cazador o el cazado. El miedo al pasado, o al futuro.

martes, 9 de febrero de 2016

Esencia

El Kutxi escribió en no sé qué mierda de poema de "El carretero cosaco" que una escritura puede estar desprovista de muchas cosas, de rimas, de belleza, de las reglas y la métrica establecidas, de todo menos de uno mismo. 

Coelho dijo que para muchos, escribir es "una manera socialmente aceptable desnudarse en público"

Mi profesor de Lengua Española y Literatura en el instituto, Juan, me dijo que no podría ser periodista ni escritor, porque no era capaz de memorizar las figuras retóricas, ni reproducir con exactitud los apuntes de la generación del siglo de oro. 

Los tres tenían razón. 

Pero yo veo la escritura más parecida a la masturbación. 

Si no liberas todo lo que llevas dentro, te acabará carcomiendo. 



(Kutxi, compadre, la mierda es buena, porque también sale de dentro y si no la liberas, revientas).

Vendrás

Vendrás.

Cuando las paredes de mi habitación estén a dos centímetros de aplastarme el pecho y hacer que deje de respirar. Cuando el techo se niegue a ser comido cada noche y me cante una nana antes de quedarme dormido. Cuando se huela la sangre, cuando se escuche el estallar de los huesos y el rasgarse la carne.

Vendrás cuando este corazón grite libertad.

Vendrás cuando el aire no me falte. Cuando las estrellas del firmamento colapsen y exploten. Cuando cambie el arrullo del viento por una canción de rock. Cuando deje de pedir deseos soplando pestañas, cuando lo único rojo que quede del corazón sea el interior porque el resto haya encallecido.

Vendrás a joderme en el peor de los momentos.

Y resucitarás un holocausto de sentimientos, un huracán de suspiros, un vendaval de emociones marchitas, un manantial de versos desterrados, un latir desacompasado y un infarto cerebral, porque él ha sido el único que me ha mantenido vivo hasta este momento.

Ahora, el que se marcha soy yo...

Caminaré desnudo, dejando atrás todos mis pensamientos, mis sueños, mis esperanzas desfiguradas y mis errores cometidos, esos que de ser capaces de borrar sería capaz de repetir.


Caminaré. Solo. Libre. 

Fuego

Acércate a aquél que sea fuego.

Al que haga que salten chispas con una mirada. A quien te incendie la piel con una caricia. El que te envuelva en llamas con un beso. El que te queme cuando te abrace fuerte por las noches. El que te alumbre con una sonrisa. El que calcine tus penas apretando tus manos contra las suyas, entrelazadas, y amorrándose a tu cintura con brazos y piernas. El que te caliente el alma y haga que te derritas por dentro.

Acércate a la llama que arda pero no queme, que caliente pero no dañe, acércate a este fuego.

Acércate a él cuando le veas, y bésale.


Acércate cuando me veas, y bésame, porque tengo el frío de trece inviernos en la piel congelándome la sangre que circula por dentro.