Yo también he dudado, y he llegado al punto de no saber qué
cojones quería hacer por mi vida. También he lanzado una moneda al aire
intentando decidir.
Y en ese preciso momento, cuando el "1" y la cara
de Juancar giraban sobre su eje en el aire, he sido capaz de ver lo que más
deseaba en ese momento.
Mi deseo eras tú.
Estar contigo, sorprenderte, mirarte a los ojos, hacerte
sonreír y llorar a la vez, diciéndome lo idiota que era yo. Después cogerte a
horcajadas y besarte. Fundirme contigo. Hacer el amor tan apasionadamente que
se nos apagaran las estrellas del cielo. Porque no follábamos, éramos uno, tan
dulce y tan obsceno a la vez, que sólo había una palabra para definirlo.
Aquello, sí era AMOR.
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