Es posible que ahora me veas sonreír sin motivo. Andar por
la calle descojonándome yo solo, sin motivo aparente, y pensarás que estoy
loco, pero no.
Últimamente estoy con diarrea bucal, se me caen las palabras
y las sonrisas, contesto rápido y sonrío lento. No me hace falta un motivo,
simplemente hago lo que me lo ha dicho una amiga.
He dejado de preocuparme por las cosas que sé que no puedo
arreglar, de todo aquello que no depende exclusivamente de mí. Ni ayuda, ni
opinión, ni consejo gratuito, simplemente asentiré con la cabeza y sonreiré.
A muchos les parecerá que soy un cerdo egoísta, y
posiblemente sea así, pero en el momento en el que dejas de preocuparte de
sacar del atolladero de mierda a los demás, empiezas a vivir. La libertad
consiste en poder elegir, entre seguir con las heces hasta el cuello o luchar
por salir.
Si eres de los segundos, puedes contar con mi ayuda, pero no
me pidas que me hunda contigo, porque saldré corriendo.
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