domingo, 3 de abril de 2016

Frágil

Fue un súbito punto y final.

Me dijo que tenía miedo. Que en su cabeza empezaban a saltar todas las alarmas. Que en su estómago estallaban mariposas de colores. Que temía ilusionarse y volver a estrellarse. Que todo parecía ser demasiado bueno. Que todo era falso y que prefería no creerme. Que no era yo, sino ella. Que no desapareciera (del todo) que aún así...

Y yo, sonreí.

Me desabotoné la camisa muy lentamente y la tiré al suelo. Le enseñé las cicatrices del pecho, las de las quemaduras del miocardio, la de las saetas y las balas. Le cogí la mano y se la pasé sobre el costado, donde aún guardaba los recuerdos de las explosiones de los cócteles molotov de sentimientos. Me giré y le di la espalda, para que comprobara cómo los latigazos, autoinfligidos, habían hecho abrirse la carne, y casi desprenderse del hueso.

Ese había sido el precio que había pagado por amar rápida e intensamente.

Después la miré a los ojos y le dije:
- Si crees que esto es fácil para mí, te equivocas totalmente, pero aún conservo las ganas y el valor para volver a intentarlo. Algún día tendrás que afrontar tus miedos porque si no, no serás capaz de vivir.


Y me marché sin mirar atrás, con la sonrisa puesta y ningunas ganas de volver a atrás.   


"Y me di cuenta que sólo fui una salida de emergencia..." 
(Arrí)




2 comentarios:

  1. Pero en realidad no te dijo que no... ¿Porqué no te quedaste? Podrías haberle demostrado que eres de verdad, que hasta ahora solo ha conocido cobardes, pero que tú eres un valiente. Que estabas y estarías ahí, ahora y luego. Que la desengañarías de su miedo y desesperanza, aunque eso no fuera fácil, o quizá sí lo fuera, pero no lo supiste por que no lo intentaste. Quizá solo hubiera sido necesario un día más, una hora más, una palabra más,un beso más o solo una mirada y una sonrisa más.
    Pero... ¿quizá ella no era suficiente? O... ¿lo que sentías no era lo suficiente? Si hubieran sido esas las razones de tu marcha "sin mirar atrás y sonriendo"... en ambos casos... ella hizo bien.

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    1. No puedes quedarte con alguien que no quiere que te quedes. Eso es una excusa, o un anzuelo, o el síndrome del mono, como quieras llamarlo.

      Tu teoría está bien, pero uno, con ese tipo de cosas explota, sobre todo cuando ya has estado en las malas, en las peores y en las pésimas.

      De todas formas, y por si te sirve de consuelo, esto no ha pasado.

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