Sé que me odias, y no te culpo por ello.
He resucitado todo aquello que un día creíste extinto y
soterrado. Lo que guardaste en un cofre bajo llave, envuelto en acero, bajo
tres capas de cemento y dos metros de tierra.
He conseguido que vuelvas a sonreír, que te brillen los
ojos, que sientas que la magia existe por un momento, que te preguntes por
alguien más que por ti misma, que pienses y reflexiones. Que sientas ilusión
por algo más que llegar viva al final del día.
Sé que me odias. Y yo a ti también. Por dejarme hacerlo y
creérmelo, por un instante.
"No llegué a saber la verdad nunca, pero sí sé
que a veces me odio, y luego se me
pasa, sabiendo que llegué a olvidarme contigo".
(Arri)
Da igual como lo leas, del derecho o del revés, significará lo mismo, con el texto, exactamente igual, tú o yo. |
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