Cuando estés triste y piensas que nadie, ni nada puede dar
sentido a tu vida haz una introspección. Cierra los ojos y deja que el mundo
deje de girar por un momento. Mírate por dentro.
Separa capa a capa la piel y los músculos que nos recubren,
resquebraja los huesos, retuerce los órganos, y sé capaz de encontrar ese uno
por cierto que Walter White no fue capaz de descubrir desmenuzando el mundo con
su química: tu alma.
Y entonces sonríe. Porque te habrás dado cuenta de que eres
aún más bonita por dentro que por fuera.
"Lo que ella no sabía, era que hasta las flores más
bellas necesitan permanecer un tiempo entre la mierda para florecer con más
fuerza" (Arri).
No hay comentarios:
Publicar un comentario