lunes, 21 de marzo de 2016

Idiotas

Ése será el momento preciso en el que te darás cuenta de la realidad.

El primer día en el que no te soportes a ti mismo, en el que todo te parezca mal, tengas la sonrisa puesta en venta y el ceño fruncido. Cuando odies al sol y a la lluvia a la vez, y en lugar de hablar, sólo protestes. El instante en que mandes a la mierda todo y tu único anhelo sea desparecer del mundo sin dejar rastro.

Estará allí, mirándote fijamente.

Te hablará con la sonrisa abierta de par en par, te dirá que con lo fea que estás ahora mismo no ligarías ni con los ciegos de la ONCE.

Tú reirás, desfruncirás el ceño, y pensarás que es idiota.

Y lo será. Pero sólo tuyo. Tu idiota.

El idiota que se quedó cuando el resto huyó, el que te agarra en tus desplomes y no deja que te rindas, el que tiene más fe en ti que tú misma.


Por eso cuídalo tú, idiota. 


"Cuando te llegue la mierda hasta el cuello y la notes subir palmo a palmo, estará allí, para salvarte, si le dejas, tu payaso favorito" 
(Arri).

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