No le temo al reloj, ni a la oscuridad,
ni a Dios, ni al Diablo,
ni a los recuerdos, ni a la muerte.
Tan sólo le temo a mis sueños,
porque son capaces de sacar todo aquello que intento ocultar
a mi cerebro.
"Mis sueños, muchas veces, pesadillas..."
Yo le temo al despertar. Lo que me duele es esta vida real que no entiendo.
ResponderEliminarLa realidad puedes cambiarla con tus actos. Los sueños no puedes ni dominarlos. ;)
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