Disfruta del ensordecedor sonido de un corazón explotando.
El tiempo ha venido a tocar los cojones una vez más,
recordándote cómo eras hace meses, o incluso años, y viendo, a través de los
rebotes de un caleidoscopio con trozos de papel charol de colores, las vueltas
que has dado en tu vida.
Por suerte, nada podrás hacer para volver atrás. No podrás
soplar los rescoldos de las llamas intentando rebrotar algún ascua si sobre ella
measte. Observa ahora, con una mueca de sonrisa torcida, cómo las ratas
comienzan a devorarlo todo, y cómo las moscas acuden a por los restos pútridos
y el aire se hace denso con el hedor que éste desprende.
Aún queda tiempo. Quedan doce segundos para que explote el
mío.
"Anoche te quedaste durmiendo en las manos de un
poeta" (Arri).

No hay comentarios:
Publicar un comentario