domingo, 17 de octubre de 2021

Mahou

Una vez más se han posado tus ojos en los míos y frente a frente nos hemos mirado, sin un ápice de vergüenza, sin un mínimo sentido de lo políticamente correcto, sin pestañear ni apartar la mirada más de dos segundos seguidos. 

Otra vez tú has vuelto a decir lo mismo. Que soy como los demás, que todos los hombres siempre actuamos igual, que sólo pensamos con la polla. Que soy un chulo y un prepotente, que sólo respondo a un estereotipo ya manido acorde con mi profesión. Que sólo soy un cuerpo bonito y una sonrisa gris, unas ojeras violetas y unos ojos que son capaces de mentir mirando a los tuyos. 

Y yo, he vuelto a descojonarme, dudando entre seguir bebiéndome la cerveza o mandarte muy educadamente a tomar por el culo. Después, he visto el pánico en tu rostro cuando te he dicho que debajo de armadura hay un corazón bonito de magma incandescente, libre de prejuicios y ataduras, dispuesto a latir y a morir por la causa adecuada. 


"Se han llenado mis horas de desvelos con los olores de todas aquellas que se atrevieron a pronunicar mi nombre" (Arri)

No hay comentarios:

Publicar un comentario