viernes, 2 de noviembre de 2018

Luna


Pasar de contar estrellas en el balcón a salir a encontrarlas. Caminar buscando una luna que ande sola como cantaba el Robe. Dejar de apuñalarme el vientre tres veces al día.

Encontrar una paz sustancial en el valor de una caricia o de un beso.

Pensar demasiado poco, tener demasiado miedo. Sentir cómo el prisionero de entre las costillas muerde los barrotes, el sabor metálico en la boca, y esa extraña sensación de volar sin alas. El vértigo del abismo, el barranco de tu cintura, morderte un labio, cerrar los ojos. La tormenta descargando, y preparar veinte puntos de sutura nuevos, por si las moscas, todo por el placer de saber que…

…piel con piel, se duerme mejor.



"De un acierto hago un disgusto y de un disgusto un carnaval..." (Noprocede)

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