martes, 5 de diciembre de 2017

Saint Aquino

Han intentado doblegar mi voluntad.
Me han maltratado y sigo vivo.
Encontré a mi suerte en un party gang bang rodeada de mis peores enemigos.
Cercenaron mis alas a golpe de martillo.
Quisieron que me rindiera.
Me hicieron llorar.
Y sangrar.
Y hasta mi obligaron a arrodillarme.

Pero…

Me cansé de poner la otra mejilla. Desaté la violencia del huracán. Golpeé con los nudillos y partí dientes, con los codos, las sienes. Mordí y desgarré su carne. Aplasté su cabeza y oprimí sus ojos hasta que explotaron.


Y no quedó ni uno vivo. Todos murieron. Todos mis demonios.


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