Dentro de poco sólo seré un recuerdo.
El suspiro difuso de una brisa liviana que arrastra mi perfume.
El calor de unas manos abrazaron fuerte y recorrieron tu cuerpo de manera lasciva.
Sólo seré un latir descompasado.
Una arruga en tu colchón.
Un vértigo al levantarte de la cama.
La resaca de los domingos.
Una vela de vainilla consumiéndose poco a poco.
La soledad del villano.
O vaselina de frambuesa para unos labios agrietados y sangrantes.
Y seré saliva. Y flujos. Y cientos de miedos galopando sobre la piel. Y decenas de besos huyendo de mi ser para unir y recomponer las astillas de un corazón, mi propio corazón, de madera, que se hinchó con la humedad de tu entrepierna y reventó desde dentro.
"Si haces todo lo que está en tu mano, no podrás reprocharte nada" (Dani H.).
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